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SIETE IDEAL ÉLITE DE ELPELOTÓN 2022 | Benjamí Prades (Controlpack): “Es increíble lo que ha mejorado el nivel físico de los corredores”

SIETE IDEAL ÉLITE DE ELPELOTÓN 2022 | Benjamí Prades (Controlpack): “Es increíble lo que ha mejorado el nivel físico de los corredores”

Tras iniciar hace una semana el Siete Ideal Élite de ElPelotón con el ciclista alavés Andoni López de Abetxuko (Caja Rural-Alea), llega el turno para uno de los experimentados del pelotón amateur. Ciclista al que no le pesan los años, consiguiendo mojar en múltiples carreras y de altísimo nivel, a pesar de que año tras año en su cabeza merodea ya el pensamiento de “colgar la bicicleta”, y siendo el único ciclista élite que repite en esta selección con respecto al septeto del 2021. Estamos hablando de BENJAMÍ PRADES.

Este 2022 lo arrancaba con un importante cambio de aires, dejando la estructura gallega del Vigo-Rías Baixas, a la que está muy agradecido, como él mismo nos detallará en la siguiente entrevista, para regresar al conjunto de casa, el equipo en el que se formó y creció como ciclista antes de llegar al campo profesional: el CONTROLPACK.

El corredor catalán venía de ponerse un listón difícil de superar, con una temporada brillante en la que sumó el campeonato de España, las generales de la Volta a Valencia y la Vuelta a Extremadura, además de triunfos parciales importantísimos como en la Vuelta a Cantabria o la Vuelta al Tajo. El cambio de equipo y esos números no parecieron importarle, cuando ya a las primeras de cambio, en los inicios del mes de febrero, le vimos levantando los brazos en la segunda etapa de la Vuelta Ciclista al Guadalentín con llegada en la Fortaleza del Sol de Lorca. Final explosivo “made in Prades” donde dejó a las claras no haber perdido ese hambre insaciable que había demostrado en el cierre de la campaña anterior. Al día siguiente, en la etapa reina con final en el alto del Observatorio de Cabezo de la Jara, Prades se iba a quedar a un paso de repetir, solo superado en los últimos metros por Pau Llaneras (Arabay Cycling Friendly Baleares), situándose en la general en ese mismo segundo lugar.

A partir de ahí, iban a sucederse varios meses en los que, tanto en las competiciones catalanas de las Grans Clàssiques, como en las oportunidades que se le presentaban fuera de Cataluña, siempre iba a estar entre los mejores, pero le iba a costar volver a lo más alto. Testigo de ello iban a ser la oscense Challenge B-Guara en su segundo parcial, la Loinatz Proba, varias de las diferentes mangas del Circuito Montañés, con mención especial para la Subida a La Atalaya de Santander, donde volvería a ser segundo. Esa posición la repetiría en varias ocasiones en distintas fechas catalanas como en el Trofeig Abelard Trenzano, el GP Sant Pere o la Volta al Montsià.

Uno de los momentos que esperaba con mayor ilusión el ciclista de Alcanar eran los Campeonatos de España a celebrarse en Mallorca, donde esperaba poder revalidar la corona élite. Ya en el tramo decisivo parecía que iba a cumplirlo, ya que rodaba en el grupo de los mejores de la categoría cuando apenas restaban 15 kilómetros para el final. Pero en esta ocasión las fuerzas le iban a abandonar en ese tramo definitivo, viendo como el maillot rojigualda acababa en poder de Iñigo González (CC Padronés-Cortizo).

Pero un año más aguardaba su momento en el último tercio de la temporada, donde iba a acumular un éxito tras otro. La primera gran alegría se la llevaba en el Trofeu Fira d’Agost de Xàtiva, prueba de mucha exigencia en pleno agosto, en donde Prades se hacía con una merecida y esperada victoria al imponer su fuerza en un reducido pelotón, por delante de especialistas de talla como Sergi Darder y Francesc Bennassar.

Ya en septiembre le esperaba la gran ronda en la que iba a participar esta temporada, la Vuelta a Cantabria. Casualidades de la vida, la localidad de Vioño de Piélagos iba a ver un año después como Benjamí Prades volvía a ser el mejor en sus calles, tras volver a evidenciar que están hechos para él los muros como el del Cementerio de Salcedo. Ahí se encargada de seleccionar el grupo de favoritos, para acabar remachando en el sprint final a todos sus adversarios, rebasando en el último golpe de riñón a un grandísimo rematador como Rodrigo Álvarez (Gomur-Cantabria Infinita). En esta ocasión recibía el doble premio de situarse con el maillot amarillo, aunque en la tercera y última jornada no aguantaría en el encadenado de los puertos de El Caracol y La Braguía con los escaladores más excelsos de la vuelta cántabra.

En esa recta de la campaña amateur seguiría sumando en su tierra diferentes piezas a su particular colgadero, con la victoria en el Trofeu de Santa Tecla de Tarragona, y el sello al cetro en la general final de las Grans Clàssiques, cuyo triunfo tuvo que pelear hasta el último metro de su última cita, la Gran Clàssica Modest Capell.

Un año más, Benja Prades finalizaba la temporada con un importante palmarés, que en esta ocasión no paso inadvertido a los ojos del equipo profesional nipón del Team Ukyo, conjunto en el que ya militó hace unos años. Así es como le ha llegado la oportunidad al mayor de los Prades, que pudo ver hace unas semanas a su hermano pequeño disputar con la selección española el Mundial en la ciudad australiana de Wollongong, de volver al campo profesional, en principio por unos meses. Las vacaciones para Benja deberán esperar y es que le ha tocado hacer las maletas para irse a Japón e intentar dejar su firma en las oportunidades que le brinden. En un principio, lo acordado es que acabe allí el 2022, pero quizás se acabe prolongado durante todo el 2023. Se verá. ¡Suerte!

Ciclismo El Pelotón: Para empezar, nos gustaría que hicieras un breve balance de tu gran campaña:

Benjamí Prades: La temporada empezó mucho mejor de lo esperado, y es que aunque empecé muy lejos de una buena forma, pude conseguir vencer muy pronto, en la segunda etapa de la Vuelta al Guadalentín, acabando segundo en la general. Eso fue en febrero y después, es cierto, que entre la falta de calendario y la adaptación a mi nuevo trabajo en Controlpack, no entrené bien hasta mayo. En mayo participé en la Titan Desert y aunque me hubiera gustado estar mejor para esa carrera, me ayudó a ponerme las pilas. A partir del mes de julio ya pude mantener una buena forma, consiguiendo buenos resultados en casi todas las carreras en las que participé, sumando alguna victoria importante.

CEP: ¿Cuál consideras que ha sido el mejor momento de tu temporada?

BP: En cuanto a hacerme más ilusión, probablemente la victoria de etapa en la Vuelta al Guadalentín porque era la primera carrera importante con el Controlpack y fue bonito comenzar de esa manera el año.

CEP: Y, todo lo contrario, ¿cuál puede haber sido el peor?

BP: Los Campeonatos de España. Intenté entrenar bien para llegar en las mejores condiciones y no llegué mal de forma, pero me faltó fondo al final. Me quedé en la última subida, a unos 12 o 13 kilómetros de meta, cuando íbamos ya un grupo muy reducido y sólo dos élites para disputarnos la victoria. Al ver que ya no podía repetir el título, es cierto que cuando me fueron pasando otros grupos, no hice ni la intención de seguirles. Igual si hiciera más caso al entrenador, pero realmente, como he comentado, me resultó difícil combinar entrenamientos y trabajo. Aunque he tenido toda la libertad para entrenar, me sentía con la obligación de hacerlo lo mejor posible también en el trabajo y a veces no acababa de cumplir con los entrenamientos. Pero lo peor es, sin duda, la desilusión que se llevan los que pensaban que iba a repetir lo de 2021, tanto los compañeros de equipo, como directores, mi novia o la familia, y es que tal y como iba la carrera, pensaban que ya lo tenía hecho y al final no conseguí ese triunfo.

CEP: Eres el único ciclista élite que repite en este siete ideal con respecto al de la temporada pasada. ¿Cuál es el secreto de Benjamí Prades para que, aunque pasen los años, pueda seguir rindiendo a este nivel?:

BP: Creo que podría influir el que no necesite de un gran sacrificio para rendir a un nivel aceptable. Eso me permite estar más relajado, no estar pendiente siempre de lo que hago, de lo que como o de lo que entreno. Aunque las dudas siempre existen, sé que si se hacen las cosas bien al final los resultados acaban acompañando. Y luego en carrera lo mismo, intento correr con paciencia e inteligencia. No soy de los que corre cada carrera como si me fuera la vida en ello. Eso hay muy  poquita gente que sea capaz de soportarlo a la larga. Igual algunas veces peco de exceso de tranquilidad, pero si lo hiciera de otra manera no sé si ahora estaría respondiendo a esta pregunta. Eso no quita para que salga en cada carrera con las ideas muy claras y un objetivo marcado, pero siempre con la presión justa y necesaria, a sabiendas de que seguramente las cosas no irán como a uno le gustaría.

CEP: Lo primero que marcaba el año de Prades era que comenzabas con nuevos colores, pasando del Vigo-Rías Baixas al Controlpack ¿Qué tal el cambio? ¿Contento por aterrizar en un equipo de tu tierra?:

BP: Estoy muy contento. Tengo que reconocer que el año pasado el Vigo-Rías Baixas me salvó de la retirada, porque era algo que ya tenía decidido y ellos me convencieron para seguir. Acabó siendo un año muy bonito, sobre todo el final. No sólo por las victorias sino por el ambiente que hubo en el equipo y el trabajo que acabamos haciendo. Para este año, en Controlpack querían que estuviera con ellos y pusieron todo de su parte para que así fuera. Decidí que si no encontraba nada en profesionales que valiera la pena, seguiría corriendo solo con ellos, ya que también me hacía ilusión volver a correr en el equipo de casa y acabar donde empecé. Al final, Controlpack no ha sido sólo un equipo para mí, me han dado la oportunidad de aprender un nuevo trabajo y la verdad que he estoy muy a gusto, tanto en el equipo como con los compañeros de trabajo.

CEP: ¿Qué nota te pondrías a la temporada?

BP: Un 8.

CEP: Es cierto que has seguido sumando victorias, y además de principio a fin del año, pero tu calendario se ha visto reducido considerablemente al del 2021. ¿Le da rabia a Prades no haber podido demostrar lo que tiene en citas como la Volta a València, donde además habrías defendido corona?

BP: Rabia no, pero sí que me hubiera gustado poder disputar más carreras. Ahora con los límites de edad está complicado hacer más calendario. Lo de Valencia, debo reconocer que no me pareció muy lógico que no nos invitaran, pero es derecho del organizador de invitar a quién mejor le parezca y lo acepto. No me gusta generar polémicas, pero ahora que he vuelto a vivir la categoría “elite” desde dentro y viendo la carencias que tienen muchos corredores y equipos aún me parece más ilógico lo del límite de edad. Con esto no quiero decir que fuera positivo hacer equipos únicamente con ex profesionales y gente experimentada, pero que haya un par de corredores más mayores y con experiencia, sí pienso que sería algo realmente ventajoso para el desarrollo de muchos jóvenes. Sobre este tema hay muchas opiniones y daría para hablar largo y tendido, pero pienso que se ha cogido una dirección equivocada con la restricción indiscriminada por motivos de edad. Quiero aprovechar para agradecer tanto a los organizadores como a los equipos que siguen apostando por no poner dichos límites. Justo ahora que se están eliminando estos límites en la sociedad, los ponemos en el ciclismo de carretera.

CEP: No te costó nada estrenar los colores del Controlpack y ya en febrero ganabas, en la Vuelta al Guadalentín. Lo hacías en un final conocido como el de la Fortaleza de Lorca. ¿Qué tiene Prades para que en este tipo de finales seas tan efectivo?:

BP: Esos finales con subidas cortas y explosivas me vienen genial y curiosamente sigo mejorando los datos cada año en este tipo de esfuerzos, que en un principio deberían empeorar con la edad. Supongo que en gran medida es una cuestión fisiológica, ya que no necesito de mucho entrenamiento para sacar buenos datos en este tipo de esfuerzos.

CEP: ¿Ahí en tus rivales puede entrar el factor psicológico y que cuando lleguen finales así y vean que tú estás en la terna ya se piensen derrotados?:

BP: Claro que puede haber un factor psicológico, mientras alguno está pensando en como no perder, yo estoy seguro de que voy a ganar. Evidentemente luego no es tan bonito y no siempre se gana, pero por supuesto que la mentalidad influye.

CEP: Es cierto que tardaste en volver a mojar, aunque mostraste todo el año una tremenda regularidad consiguiendo una enorme cantidad de puestos importantes. ¿Alguna de esas carreras en las que acariciaste la victoria se te ha quedado la espinita clavada?:

BP: En la que más se me quedó la espinita clavada fue en la primera etapa del GP de Vila-real, con la llegada en Morella. Es uno de esos finales que me van perfectos, y no pude ni acariciar la victoria. Justo llegaba de la Titan Desert, después de muchos días con la MTB y sin tocar la bici de carretera y a falta de un kilómetro para la meta me quedé acalambrado. Esa carrera la gané en el pasado y está cerca de casa, por lo que si me dio un poco de pena no poder ganarla. La otra que recuerdo es la Clásica de Loinaz, donde llegué bastante fuerte a pero al final tomé malas decisiones y no pude luchar por el triunfo.

CEP: También estuviste muy cerca en el Circuito Montañés, donde casi todos los días peleaste con los mejores, y de hecho fuiste segundo en la Cronoescalada de La Atalaya de Santander, pero se te acabó resistiendo. La mayoría de esos días viviste como Gleb Syritsa levantaba los brazos. Estos días el ruso ya con Astana ha logrado vencer en profesionales en el Tour de Langkawi. Desde tu experiencia ¿qué potencial ves en un corredor como él?:

BP: Lo que he visto de él, es que aparte de ser muy fuerte en su terreno, es un corredor muy inteligente. Estoy seguro de que le va a sacar partido a todo su potencial si se mentaliza en hacerlo bien y se centra en las carreras que mejor se le adapten.

CEP: Y cambiando un poco los roles de la pregunta anterior, ¿qué pensaba Prades cuando estaba a punto de pelear un sprint con Syritsa? ¿En esos momentos y con tanta tensión da para plantear “hoy voy a ver si haciéndolo de esta manera puedo batirle” o es todo instintivo?:

BP: Lo primero fue intentar que el no llegara al sprint, pero no había suficiente dureza. Cuando veía que llegábamos al sprint con él, sí pensaba en que hacer diferente para ganarle, pero claro, aunque puedo ser rápido tampoco soy un sprinter. Cuando comprendí que saliendo a su rueda era imposible rebasarlo, la idea para próximas ocasiones era sorprenderle arrancado antes que él, pero tal como le preparaban la llegada sus compañeros era imposible. Aunque siendo justos, aún sin sus compañeros su superioridad era tal, que era casi imposible.

CEP: Por cierto, mencionabas esa participación en la Titan Desert. ¿Qué nos puedes contar de esa experiencia?:

BP: Es una experiencia dura, pero bonita, aunque lo de bonita igual no lo ves hasta que pasan unos días. Es una prueba que para disputarla, y más si vienes de la carretera, hay que conocerla primero. Muchos creían que haría un buen papel porque es una prueba que en teoría se me podía adaptar bien, pero luego te das cuenta que es muy diferente a lo que estás acostumbrado. Aparte de que no llegué muy bien de forma, hay cosas que hasta que no estás allí no te das cuenta. Por ejemplo, aunque sean pistas o zonas rápidas, el terreno es muy incómodo, se forman unos rizos en las pistas debido al viento que hacen vayas muchos kilómetros rebotando, además acudí con una bici sin doble suspensión y eso hacía que aún fuera más incómodo. A esto hay que sumarle el calor, el viento, la hidratación, como gestionar el agua entre avituallamientos, los pasos de dunas o terrenos blandos y la navegación que puede ser decisiva. Una de las diferencias más grandes frente a una carrera de carretera es el desgaste que sufres, ya que aquí no se nota tanto el ir a rueda, y lógicamente sufres un desgaste mayor. Tienes que ir con la mentalidad de que vas a sufrir toda la etapa y todos los días. También la recuperación es diferente, el descanso en el campamento no es lo mismo que cuando llegas a un hotel después de cada etapa. Eso sí, lo mejor es el ambiente que hay en el campamento. Te lo pasas muy bien con la gente. Allí haces vida con todos los participantes y no hay la rivalidad que hay en la carretera.

CEP: Durante ese junio y julio encadenaste varios segundo y tercer puestos, pero por fin ganas en Xàtiva, una carrera de mucho nivel. ¿Hay más alegría o sensación de alivio tras vencer?:

BP: Alegría por supuesto. Alivio sería si tuviera a alguien detrás presionándome por ganar o que yo mismo me presionara, y no era el caso. Me gusta ganar y mucho, pero puedo vivir sin ello y, como he dicho antes, justo esta tranquilidad es la que me permite ganar carreras como la de Xàtiva. Además, en esa carrera estuvo mi familia y un amigo, así que alegría doble.

CEP: Pero como nos tienes ya acostumbrados, te guardabas lo mejor para el final de temporada, y después de Xàtiva, también vences en Cantabria o en el Trofeu de Santa Tecla. ¿Qué tiene el mes de septiembre para que se te adapte tan bien? ¿Quizás la experiencia a estas alturas de temporada sea un punto a tu favor?:

BP: Normalmente a medida que avanza la temporada, más en forma estoy. Eso se acentúa aún más los años que entreno poco, ya que me permite llegar al final de la temporada más fresco, tanto física como mentalmente. También suele coincidir que es  la época en la que más seguido competimos, y yo necesito carreras para rendir bien. La experiencia siempre ayuda, claro.

CEP: Vuelta a Cantabria. Vioño de Piélagos. Idéntico final de 2021 y se repite la misma historia con Prades levantando los brazos. Parece fácil, pero qué merito tiene lograr algo así, ¿no?:

BP: Es bastante difícil, sí. Y más teniendo en cuenta que es una etapa que no acaba arriba. La subida es dura pero muy corta y eso hace que haya muchas variables que gestionar, por lo que la satisfacción es aún mayor cuando lo consigues. El caso de repetir victoria dos años seguidos en la misma carrera ya se me había dado en una carrera en Japón y en el Tour de Ijen, en Indonesia. Cuando te pones ese objetivo y lo consigues, es una pasada.

CEP: Te colocas líder de la carrera, pero hay que reconocer que Caja Rural-Alea, hizo todo lo posible para quitarte el amarillo en la última etapa reina. ¿Cómo vives esos momentos en los que ves que se te va la general?:

BP: La verdad que iban muy fuertes. Yo ya sabía de que iba a ser muy difícil mantener el amarillo, ya no por los puertos, si no por el terreno que hay entre los puertos y la propia subida final en Puente Viesgo. En el primer puerto era consciente de que aún tenía mucho margen, ya que tenía muy claro que bajando tal y como estaba la carretera húmeda y complicada les cogería rápidamente. Pero cuando empezamos La Braguía y vi que empezaban a arrancarse desde el inicio entre ellos, comprendí que no podía controlar la situación y ya di por perdida la vuelta. Lo curioso es que pensé que los chicos del Caja Rural no estaban haciendo lo mejor para ganarla, y finalmente así fue.

CEP: Llama poderosamente la curiosidad que hasta en momentos así siempre tengas una sonrisa en la boca y buenas palabras. ¿Benjamí Prades se enfada o como se suele decir “hasta los malos días, son cosas del deporte”?:

BP: Claro que me enfado, aunque no tanto por los resultados, si no cuando no se hacen las cosas bien. Pero es verdad que después de ese momentito de enfado, si no volviera la sonrisa, mal iríamos. En el deporte lo normal son los días en los que no se gana, pero hasta los días malos se pueden convertir en buenos. Eso ya depende de cada uno. En Cantabria por ejemplo, cuando llegaron los compañeros a meta después de la última etapa, me encontré con que todo eran caras largas y yo les decía “Oye, que solo es una carrera. No pasa nada. Vosotros habéis hecho todo lo que habéis podido y yo también. Han sido mejor que nosotros y ya está. Vendrán otras así y acostumbraros a esto porque es lo normal”.

CEP: Rematas el año con un peleado y sufrido triunfo absoluto en las Grans Clàssiques catalanas ¿Sientes que es una recompensa a tu regularidad?:

BP: Sí. Aunque en las primeras carreras de las Grans Clàssiques no estuve demasiado bien, después en la mayoría siempre estuve delante y conseguí los puntos necesarios para ganarla. Al final hubo emoción ya que David Gómez también acabó la temporada muy fuerte y no me lo puso fácil. Eso sí, ganar una general sin ganar al menos una carrera, no mola nada (risas).

CEP: Las Grans Clàssiques o la Copa Critèrium no dejan de ser en Cataluña lo que el Torneo Euskaldun o el Lehendakari en el País Vasco. ¿Por qué crees que los torneos de Euskadi tienen ese punto de relevancia a nivel de medios y del aficionado que aún no tiene los catalanes?:

BP: La afición en el País Vasco, por tradición, siempre ha sido mayor. Solo hace falta ver que la mayoría de los equipos pro-continentales de España son del País Vasco o Navarra, así que en parte es normal que tenga más relevancia. Lo normal sería que la Copa Catalana, aunque sea difícil igualar a estos torneos vascos, fuera reduciendo está diferencia de notoriedad, ya que están haciendo muchas carreras de carácter nacional y sin restricciones.

CEP: Y ahora, rumbo a Japón para sentirte otra vez corredor profesional con el Team Ukyo, donde ya estuviste ¿no?:

BPSí. El equipo contacto conmigo para reforzarse de cara al Tour de Langkawi y el Tour de Japón, ya que coincidían en el calendario. Finalmente decidimos que correría la Japan Cup ya que es una carrera de un día que se me adaptaba mejor. El problema fue que no tuvimos el visado a tiempo y ya no la pude correr. Ahora ya estoy por aquí y te puedo decir que esta primera semana hemos tenido dos critériums. El primero se suspendió por una caída multitudinaria y en el segundo conseguimos la victoria con Raymond Kreder. Para la próxima semana, el 29 de octubre, tenemos una carrera de Japan Cycle Ligue, con un recorrido bastante atractivo y con un repecho final de un kilómetro al 13% de media que se sube en 4 ocasiones. Al día siguiente disputaré otro critérium en un circuito de kilómetro y medio al que se dan 35 vueltas. Después, el fin de semana del 5 y 6 de noviembre se celebra el Critérium de Saitama que organiza el Tour, pero aún no está confirmado que asista. Y la última carrera será el Tour de Okinawa, una clásica de 210 kilómetros que si no me equivoco, es la primera carrera que tiene puntos UCI para la temporada 2023. Este sería mi principal objetivo, ya que he terminado dos veces en el pódium en el pasado y me gustaría hacerlo bien.

CEP: Por cierto, ¿cómo se vivió este año el Mundial en casa de “Los Prades”?:

BP: Pues en casa cada uno lo vivimos de una manera. La verdad que yo me desperté aún de noche y aproveché para ver como iba la cosa, tal como encendí el móvil ya vía mi hermano en cabeza tirando pero era muy temprano y me volví a acostar. En verano estamos en una casa con mis padres y ellos sí que se levantaron más temprano. Me levanté faltando unos 80 kilómetros y me explicaron un poco todo, y a partir de ahí sí que lo seguimos viendo juntos. Hasta mi pareja, que creía que estaba durmiendo, también se tragó todo el final pero desde la habitación. Resumiendo, ha sido un orgulloso que Edu estuviera allí.

CEP: Desde fuera, hemos tenido la sensación de que este 2022 ha sido una de las temporadas en la que se ha ido más rápido y en el que más espectáculo se ha ofrecido, con multitud de carreras que se lanzaban ya desde el inicio. Desde tu experiencia y viviéndolo dentro, ¿lo has sentido así o ha sido un año como otros?:

BP: Desde dentro muchas veces no eres consciente de si se da más o menos espectáculo, pero desde luego que cada vez se va más rápido. Los números no engañan y es increíble lo que ha mejorado el nivel físico de los corredores, sobre todo después de la pandemia. Pero igual que el nivel físico ha mejorado mucho en general, también hay que mirar con un poco de preocupación que el nivel técnico y el táctico se están quedando atrás.

CEP: De hecho, ahora es verdad que existen un montón de carreras que se pueden ver en directo. No sé si puede haber cierta relación en que la gente quiera mostrarse más y que el hecho de que haya televisión pueda incitar a que tengamos un ciclismo más “agresivo” en la categoría.

BP: Que se puedan ver cada vez más carreras en directo es muy buena noticia. Las carreras pasan de no existir a existir. Sería interesante que todas las carreras tuvieran su retransmisión. Lo que no veo tan interesante, o al menos no considero que sea lo idóneo, es que por haber televisión se corra diferente. Entiendo que haya gente que se motive con esto, pero a veces el espectáculo va reñido con la profesionalidad o el buen hacer.

CEP: Y este año podrás tener vacaciones, ¿dónde le gustaría poder recargar las pilas a Benjamí Prades?

BP: De momento las vacaciones habrá que posponerlas hasta mitades de noviembre. Como te decía, voy a acabar la temporada en Japón con mi antiguo equipo, el Team Ukyo. Para diciembre tengo planeado con mi pareja ir a pasar unos días a los Dolomitas para disfrutar del frío y de la nieve, que de calor ya hemos tenido suficiente este año.

CEP: ¿Y ahora cuál es el futuro de Prades? ¿Dónde le veremos en 2023? (aunque sea una pista)

BP: Pues aún no lo sé. Mucha gente ya da por hecho que voy a estar con el Team Ukyo para 2023, pero de momento es solo hasta final de temporada. Evidentemente está la opción, pero aún no hay nada seguro.

CEP: ¿Con que soñará Benja cuando que la temporada haya llegado a su fin?

BP: Cuando llegue ese final, seguro que disfrutaré del invierno y de las pequeñas cosas que no puedo hacer o hago en menor medida en temporada. Por ejemplo, salir en moto, esquiar o pasar más tiempo con los amigos.

CEP: ¿Tu mayor rival de esta temporada?

BP: En los sprints diría que Gleb Syritsa. Para las llegadas explosivas Fran Rus, aunque este año no hemos coincidido tanto. Y por supuesto que estas últimas carreras, David Gómez, con el que siempre es un placer competir.

CEP: Un compañero con el que te quedarías siempre

BP: Con mi hermano, Edu Prades.

CEP: Dinos dos o tres ciclistas (que no sean de tu equipo) contra los que has competido que consideras que deberían estar sí o sí en nuestro siete ideal

BP: Abel Balderstone, Marcel Camprubi y Ferran Robert.

CEP: ¿Una carrera profesional en la que deseas participar?

BP: Aunque es imposible, me encantaría disfrutar de cualquiera de las clásicas de las Ardenas.

CEP: Un ciclista que admires y que te gustaría verte a su lado dentro del pelotón profesional:

BP: Este año voy  cambiar de respuesta. Wout Van Aert, aunque no estoy seguro de si me gustaría verme a su lado (Risas).

CEP: Un ídolo de la infancia, dentro o fuera del ciclismo:

BP: Cuando empecé a ver el ciclismo, me gustaba Jan Ullrich.

CEP: Como ciclista, participar en un Tour o en uno de los grandes monumentos:

BP: Grandes monumentos, con mucha diferencia.

CEP: Y cómo aficionado, ¿ver una etapa reina del Tour o una gran clásica como la Paris-Roubaix, Tour de Flandes, Giro di Lombardia…?

BP: Lombardía.

CEP: ¿comida favorita?

BP: Huevos rotos con jamón.

CEP: ¿Qué no falta en la maleta de Benjamí Prades cuando se va a una carrera varios días o a alguna concentración?

BP: El libro que siempre llevo y nunca leo. En casa leo mucho, pero cuando estoy en carrera casi nunca lo consigo.

CEP: Puestos a soñar, un titular del futuro en el que aparezca el nombre de Benjamí Prades

BP: Benjamí Prades se retira en plena forma y consiguiendo victorias en su último año.

SIETE IDEAL HASTA EL MOMENTO